Act. #2 Manejo del Enojo.

Todos nos enojamos. El enojo es normal y es una respuesta instintiva ante algo que nos resulta amenazante. Entender esto es muy importante, ya que muchas veces nos sentimos mal con nosotros mismos después de un enojo y nos decimos cosas como “no debí enojarme”, ¡como si eso fuera posible!
¿Qué es el enojo?
El enojo es un estado emocional que varía en intensidad. Varía desde una irritación leve hasta una furia e ira intensa. Como otras emociones, está acompañada de cambios psicológicos y biológicos. Cuando usted se enoja, su frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con su nivel de hormonas de energía, adrenalina 
El enojo puede ser causado por sucesos externos o internos.
Estrategias para controlar el enojo.
Todos nos enojamos, pero la furia fuera de control no es buena para quienes se encuentren a su alrededor e incluso puede serle dañina a su propio organismo. Aquí presentamos algunos consejos para ayudarle a tranquilizarse.

Relajación

Simples técnicas de relajación como respirar profundamente y la imaginaría relajante pueden ayudar a calmar sentimientos de enojo. Si su pareja es irascible como usted, sería una buena idea que ambos aprendieran estas técnicas.
Algunos pasos sencillos que puede tratar:
  • Respire profundamente, desde su diafragma. Respirar desde su pecho no lo relajará. Imagine que su respiración sube desde su "barriga."
  • Lentamente repita una palabra o frase tranquilizadora como "relájate" o "tómalo con calma." Repítala mientras respira profundamente.
  • Recurra a la imaginaría; visualice una experiencia relajante sea de su memoria o imaginación.
  • Los ejercicios lentos y no extenuantes como el yoga pueden relajar sus músculos y hacer que se calme.
  • Practique estas técnicas a diario. Aprenda a usarlas automáticamente cuando se encuentre en una situación de tensión.
Comentario: La verdad es que nunca decidimos enojarnos. El enojo nos sucede automáticamente. Cuando nos damos cuenta es porque ya está el enojo en nosotros.
El problema del enojo no es el enojo en sí, sino cuando el enojo es demasiado grande y no nos permite tomar decisiones adecuadas y actuar con sensatez. Cuando nos enojamos demasiado tomamos una postura de batalla contra aquello que nos está agrediendo, y nuestra percepción de la situación se vuelve totalmente orientada hacia nuestra necesidad y el deseo de ganar esa batalla, lo cual generalmente no es muy recomendable ni para las relaciones con otros, ni para nuestra salud.


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